Uno de los mejores vicios adquiridos en el Gúlmont, fue la escritura de los diarios de expedición. Este DIARIO lo escribieron al alimón José Ignacio (JI.) y Pedro (P3), cuando ambos contaban diecisiete años. Los comentarios los ha insertado el otro P3, canoso y escéptico, y las fotos son de las cámaras de Jesús García y del propio P3. El texto, más que el relato de una excursión, es la posibilidad de revivir, minuto a minuto, el aprendizaje que aquella salida supuso, acerca de una desconocida montaña a la que nos aproximamos equipados con chándals de gimnasia y mantas milicianas, y nos recibió con celliscas infernales.
El Gúlmont en Sierra Nevada. Del 16 al 22 de abril de 1962.
Participantes:
Rafael Boyero Mula
Ricardo Veroz Herradón
José Ignacio Fernández Martínez
Andrés Pérez Alcántara
Mariano Olivar González, a) Felino
Santiago Pérez Gago, O.P.
Félix López Beneyto
Jesús Ortiz de Salido Calvo, a) Raca
Jesús García Álvarez, O.P.
Pedro Plana Panyart , a) P3
Primer día, 16 de Abril de 1962, lunes.
(JI.)
Día 16.- Me levanté a las 8. Desayuno a las 9,15. A las 10,00 salimos de la Universidad. Fuimos a por las gafas y después me pegué la carrerita. A las 11,15 salimos de Córdoba.
(P3.)
Nos levantamos independientemente. Cada cual a la hora que ha necesitado.
[Se destaca por lo desacostumbrado.]
8,30: Misa
9,20: Desayuno a continuación.
Al llegar a Córdoba, comprar gafas, película y pilas. Todo a la carrera. El pobre Beneyto se ha dado una carrera inútil por la cartera del P. [Creo recordar que creyó haberla olvidado en el autobús]
11,20: El tren ha salido con 20’ de retraso sobre lo previsto.
[A partir de aquí, JI. y P3. deciden coordinar los esfuerzos de la escritura, alternándose. Mantienen ambos el estilo de Crónica tipo Jefe de Estación]
12,30: El P. Gago está con la mayor parte de la gente, de cachondeo en la plataforma. Yo, frente a una moza morenaza y bien.
[De voyeur, no más.]
Está lloviendo desde que hemos salido de Córdoba. ¡Buenas perspectivas!
1,05: Acaba de pasar un acordeonista de los que no tocan por “afición” (pasando el platillo).
4,00: Cambio de tren en Bobadilla, con lluvia.
4,30: El sol ha salido. Se divisa una gran mole pétrea a la izquierda. El tren está parado en Antequera.
5,20: Ha pasado un estraper-caramelista de los de las rifitas. El P. Jesús ha comprado cinco cartulinas de cartas (5 ptas.) y como es natural, le han tocado dos premios: dos bolsitas de caramelos de las de 1 pta.
[El negocio lleva una proporción de ganancias bastante discreta.]
6,15: Acabamos de cruzar un gran cañón, por cuyo lecho corre un torrente. A partir de Antequera el paisaje ha cambiado por completo: antes era parecido al de Castilla; ahora es muy montañoso.
8,45: Llegada a Granada. [Es destacable la duración del viaje, desde Córdoba hasta Granada: nueve horas y media (transbordo en Bobadilla, incluído)]
9,25: Después de un apoteósico recibimiento y una marcha triunfal a través de la ciudad, llegamos al Convento de Santo Domingo para pedir alojamiento, hallando sus puertas cerradas.
9,50: Después de insistentes llamadas a la puerta y de que José Ignacio hiciese la señal de S.O.S. en Morse, por medio del timbre y de llamarles cosas por el mismo procedimiento con palabras de mediano calibre, ha aparecido un hermano en la puerta. El P. Jesús le ha expuesto nuestro caso y él y el P. Gago (simulando ser alumno de la U.L.) han entrado a pedir permiso a la “superioridad”.
9,55: Se nos ha permitido la entrada. Nos han dado alojamiento en la gran sala de visitas, cerca de la entrada.
10,30: cena opulenta a base de salchichón, foie-gras, aceitunas y naranja.
10,50: Fin de la misma.
11,00: Se saca una foto general del campamento.
[En la escena falta el P. Jesús, que debía estar camuflado detrás de la cámara. Con el obturador abierto y la luz apagada, el técnico en iluminación se deslizó a oscuras hasta el interruptor de la luz, ¡Todos quietos!, encendió veinte segundos y volvió a apagar. Después el fotógrafo cerró el obturador de la cámara.]
11,15: Aposentados todos y teniendo cada cual ocupado su sitio apropiado para recostar el pellejo (ganados algunos a sangre y fuego, en dura lucha), nos disponemos a pasar la noche.
(P3.)
Segundo día, 17 de Abril de 1962, martes.
5,30 de la mañana: Según referencias, un par de gatos han estado dando la serenata.
6,00: El P. Gago me despierta con sus semi-lamentaciones cachondas, al tiempo que escucho un fragor desagradable: ¡Está diluviando!
6,30: Me levanto, porque la mayoría se ha levantado y está de cachondeo. Beneyto, que dormía sobre tres sillas alineadas, ha perdido la noción de “lugar” y al dar media vuelta ha caído con dos de ellas por debajo. Yo he estado durmiendo en un sillón triple con una buena almohada; el P. Gago y Raca se han preparado una cama turca a base de dos butacones; los demás, sobre sillas y sobre el suelo.
7,00: Se está colocando todo en orden, según lo encontramos. Se parlamenta sobre la dedicación que se le dará al día de hoy, en el caso de que no deje de llover.
7,15: Misa doble (dos misas con dos curas) [afortunadamente, simultáneas], en la capilla del convento.
8,05: Se sigue discutiendo sobre el plan a seguir. El P. Gago propone buscar trabajo para ganarnos las algarrobas. José Ignacio, que aún seguía durmiendo, ha sido despertado “dulcemente”.
8,10: Se ha organizado un torneo a cuchillo y manta entre Raca y Olivar. Cuando esto sucedía, han llamado a la puerta y se ha guardado y puesto todo en orden, en un momento. Ha resultado ser una broma de José Ignacio, que volvía de lavarse. Por esta razón ha sido víctima de un manteo.
8,40: Pongámonos a considerar nuestro estado y pensemos, ¿dónde está el sol y la sangre de que habla la canción de “Granada”? ¿Sus lindas mujeres y los toros? El sol no lo hemos visto porque ayer llegamos de noche y el del día de hoy está demasiado alto.
[¿Por encima o por debajo de las nubes?]
La sangre tampoco, pero quizá la veamos pronto (la nuestra). Las mujeres, … estarán metidas todas en sus cuchitriles, porque no se divisan
[Pero, ¡coño!, ¡que todavía no has salido del convento!]
… y los toros, quizá aún tengamos ocasión de ver alguno paseando por la calle.
[Hombre, claro, que por eso estás en Granada, y por aquí, así andan los toros]
8,50: Nos dirigimos al comedor que nos han preparado, donde hay sendos tazones vacíos, una cuchara grandota y un cuchillo ídem. Pero el “caldo” no viene.
9,00: Ha llegado el caldo. ¡Barí!
[¡Guay!]
Chocolate fenómeno y pan blando.
9,15: Finalizado. Se ha traído una canasta de barras de pan adquiridas por el P. y se están repartiendo entre las mochilas.
10,50: Salida provisional del convento para comprar y mandar postales.
11,10: Reunión de nuevo en el convento. Escritura de más postales para el colegio, Gúlmont y particulares.
11,20: Salida del convento. Comienza la operación Sierra Nevada.
11,40: Llegada a la estación del F.C. a Sierra Nevada.
12,10: Salida del tren. (Muchos y güenos paisajotes).
[El léxico es propio de Raca.]
1,05: Llegada a Güéjar-Sierra, lloviendo a base de bien. Cobijo en el almacén de la estación.
1,25: Cobijo más permanente para comer, en el bar del pueblo, al lado de la estación.
1,35: Se comienza, en la cocina del bar, la preparación de la paella a cargo de los intendentes y de José Ignacio.
[Como especialista agregado.]
Mientras, se echa una partida de cartas entre Veroz, Raca y yo, contra el P. Jesús, Olivar y Beneyto. La ganamos.
2,01: No deja de llover.
2,30: La paella está lista. Cuchara en mano esperamos que “repose”.
“-Media vida es la candela,
pan y vino, la otra media.”
[Del P. Gago, ¡cómo no!]
3,15: Fin de la comida.
3,30: Lavado de perola y cubiertos. Escamoteo del Quijote del P. Gago.
[Cuán sabio muestra ser un cura que no se deja llevar por la ira, aún cuando se le juega con lo más sagrado.]
4,15: El optimismo vuelve al grupo; ha cesado de llover y parece que por el oeste comienza a despejarse. Por aquí unos quieren ponerse la crema para el sol, las gafas ahumadas, quieren tirar las mantas, etc.
4,20: Ha asomado el sol.
(JI.)
4,30: Aprovechando el cese de la molesta lluvia, partimos hacia la carretera en la que, según informes, existe una casilla de camineros. Por el camino, sin querer, nos dividimos en dos grupos. En el mío, que es el que se escapó, estaban el P. Gago, Félix, Veroz, Boyero y Raca.
5,15: Avistamos la nieve.
5,45: Llegada a Camineros.
6,00: Llegada (yo).
6,05: Salida de nuevo hacia el Albergue.
6,15: Tomamos un atajo.
6,30: Pisamos la nieve.
6,45: Me entra flato.
7,00: Se me quita.
7,10: Logramos los 2.000 metros de altitud. Frío intenso pero sin mucho viento.
(P3.)
8,00: Llegada al primer albergue .
[Hueso.]
Nos despiden con disimulo.
8,15: Marcha hacia el 2º albergue, a 5 Km.
8,30: Comienza una fuerte ventisca que, después de resistirla durante diez minutos, nos obliga a retroceder.
8,45: Llegamos de nuevo al
Después de temblar un “poco” y de sacudirnos la nieve, nos hemos aposentado, sacado los calcetines y ropa mojados, y la gente ha cenado. Yo me he encontrado sin hambre, con ganas de devolver y algo de fiebre.
Los PP han acordado que Alcántara, que también se encuentra mal, y yo, subamos a dormir en una cama (30 Pts).
10,20: Han decidido subir todos a dormir bien, una noche.
Tercer día, 18 de Abril de 1962, miércoles.
7,00 a 7,30: Nos levantamos.
7,30: El P. Jesús, Olivar y Veroz han salido hacia el Veleta. Los demás desayunamos; ellos no.
8,30: Salimos del albergue, los restantes.
(JI.)
9,20: Plana y yo continuamos por la carretera. Los demás toman un atajo.
9,30: Plana y yo alcanzamos los 2.500 m. de altitud. Los demás, por tomar el atajo, no los han alcanzado todavía.
9,35: Llegamos al segundo albergue, donde estaban los demás.
[No han alcanzado los 2.500 m. Pero sí que han llegado al segundo albergue. ¡Toma!]
10,00: Salimos todos de nuevo hacia el Veleta.
11,00: Plana se siente mal. Baja al albergue acompañado de Alcántara.
11,30: Encuentro con Veroz. Como dice que está aquello muy difícil y falta más de una hora, se rilan todos y tiran para abajo. De nada valieron mis protestas ni mis explicaciones. Todos tiraban para abajo y no me podía quedar solo, porque la niebla iba cubriendo el Veleta. A los pocos instantes, siguiendo yo protestando, se me saltaron las lágrimas por la rabia.
12,30: Llegamos al albergue del Ejército, que estaba abandonado.
12,40: Llegamos al albergue donde estaban los demás del grupo. Plana no se había recuperado del todo.
12,50: Después de arreglar todos los macutos, tiramos hacia el albergue del Ejército para comer.
(Desde que nos levantamos, hasta ahora, ha hecho un día magnífico, con buen sol y no mucho viento).
Nos descalzamos nada más llegar y pusimos zapatos y botas al fuego. Naturalmente, lo primero que hicimos fue coger leña de la que había almacenada y hacer fuego en la chimenea del albergue.
2,30: Llegaron el P. Jesús y Felino a nuestro albergue. Dijeron que por arriba estaba muy difícil el Veleta, puesto que había grandes planchas de hielo que ni con el cuchillo se podían romper, por lo que decidieron descender. Cuando habían bajado un poco se encontraron con un grupo de alpinistas que subían, por lo que se agregaron a ellos y después de muchas dificultades, salvando muchos peligros y completamente envueltos por la niebla, consiguieron alcanzar la segunda cima del Veleta, a 50 metros por debajo de la primera, a la que no se pudieron acercar por existir una gran grieta en medio de ambas, y por la que no se podían internar, porque la niebla la hacía muy peligrosa.
Continuamos todos alrededor del fuego hasta que a las 3,30 nos dimos cuenta que estaba nevando.
(P3.)
4,00: Me reúno con los demás en el albergue militar, después de haber estado esperando a que un mozo del otro albergue me llevara a Granada.
4,20: Se inicia la comida.
5,00: Finaliza la misma.
9,40: Se cena una suculenta sopa y un abundante mejillónico bocadillo.
10,15: A dormir, frente al hogar encendido.
Cuarto día, 19 de Abril de 1962, jueves.
7,00: Diana. Yo he dormido en el saco, fenomenalmente. Me he lavado la cara con nieve.
7,20: Se comienza a preparar el desayuno (Nescafé con leche y mejillones). Se han llevado los colchones arriba, al lugar de donde se habían sacado.
7,45: Se comienza a desayunar. Después de desayunar se ha repartido el peso de los macutos equitativamente.
10,00: Hemos estado “aprovisionándonos” de “material”.
[En el almacén del albergue se encontró una caja con tubos de pasta para aplicar a la superficie inferior de los esquís, con la finalidad de hacerlos más deslizantes. Fue ideal para calafatear nuestras permeables botas “laborales” que, además de haber absorbido el agua de la nieve, habían sufrido un exceso de resecado al calor de la lumbre durante toda la noche.]
10,30: Dos tíos que han entrado en el albergue, nos han pescado con las manos en la “pasta” de los zapatos.
10,40: Preparativos de salida.
11,00: Salimos en Land-Rover del Albergue Universitario. Toda la mañana nevando.
11,30: Pasamos por “Camineros”.
11,50: Vomitada.
12,00: Apeo. Seguimos a pié.
[No recuerdo si la bajada del coche fue voluntaria o por imposición del conductor.]
12,40: Llegada a Pinos-Genil.
1,30: Después de dar varias vueltas buscando un sitio apropiado, acampamos cerca de una casa en la carretera de Quentar.
1,40: Se comienza a pelar patatas para la comida.
(JI.)
4,15: Comida: patatas con arroz, pimientos y guisantes, bocadillo de mortadela y pan de higos.
[El pan de higos fue la provisión que más abundaba en la intendencia de la expedición. El P. Gago lo aprovechó para “hacer amigos” entre la chiquillería del entorno.]
4,50: Se termina de comer. Buen tiempo; ha salido el sol. El P. Jesús se va a por las tiendas, y los intendentes a por pan para la cena y el desayuno de mañana.
…
6,00: Me quedo enganchado.
6,30: Les oigo venir a Plana, Veroz, Raca y Felino.
6,40: Salgo del atolladero. Felino me da la mano.
7,30: Empujamos un coche de Madrid que se había quedado sin gasolina.
(P3.)
(La gran escalada)
[Las frases precedentes resumen dos horas largas de intensa actividad. Es una pena que no se consignaran más detalles de este episodio … Evidentemente, las circunstancias requerían otra atención y no hubo tiempo para tomar notas]
Al llegar terminamos de montar las tiendas.
Los padres vuelven del pueblo más tarde (ya anochecido), de celebrar los oficios del jueves santo.
8,30: Se empieza a hacer la hoguera para el chocolate.
9,30: Comemos unos bocadillos preparatorios, porque el chocolate aún no llega.
10,30: “Dicen” que el chocolate ya está. Se ha estropeado la leche condensada. No se sabe por qué. No hay unanimidad en las opiniones acerca de la calidad del mejunje.
11,15: A dormir en tiendas. Previamente, cachondeo médico por parte de Veroz, respecto a Raca.
(JI.)
Quinto día, 20 de Abril de 1962, viernes.
7,15: Diana, previo canto del gallo.
7,30: Desayuno. Antes, se habían levantado algunos para prepararlo. Salió mejor que el de la noche, ya que la leche no se estropeó. Como de costumbre, al echar a dedos “er fregao” de la perola, le tocó a Veroz.
(P3.)
9,15: salimos Olivar, José Ignacio, Raca, Beneyto y yo, hacia el barranco del día anterior. Los dos primeros inician la escalada.
10,00: Un viejo, habitante de una casa cercana, les echa una bronca implorativa, para que “eviten matarse en su barranco”.
10,25: Salto felino de Felino. [Un par de años después, se metió a paracaidista]
10,30: Llegamos al gran salto del barranco, final de nuestra ruta.
(JI.)
Después de intentar la escalada en conjunto, de una de las paredes laterales, para poder llegar a la parte superior del salto de agua, tuvimos que regresar porque estaba muy resbaladizo.
[Estas fueron las primeras prácticas de "barranquismo" (en seco y sin apenas material de escalada), de las que he tenido conocimiento. Tardé mucho en saber que había gente que lo practicaba, allá por la Sierra de Guara, en Huesca.]
12,00: Llegamos al campamento. Comenzamos a asearnos completamente, ya que hacía un magnífico sol y calentaba el ambiente.
1,00: Jala [comida] (calamares y sopa).
1,45: Siesta.
(P3.)
3,15: Comenzamos a arreglar y levantar el campo [campamento].
3,30: Salida.
5,00: Entrada en Granada.
5,15: Llegada al convento. Cambio de fardaje [nos ponemos “bonitos”]. Salimos a ver Granada. Vamos en manada a rigardear [mirar, ver, observar] exteriormente la Alhambra. A la vuelta vemos por tres veces un “paso” (el mismo).
9,00: Cena en el comedor del convento (atún y café).
10,00: Salimos a dar unas vueltas.
10,30: Nos metemos, después de tomarnos una horchata, en un garito de tragaperras.
12,30: Salimos del garito con 150 ptas menos (en total).
1,00: Tomamos un helado, tras evaluar nuestras disponibilidades.
1,30: Nos reunimos en el convento, para dormir.
2,00: Lo ponemos en práctica.
Sexto día, 21 de Abril de 1962, sábado.
7,45: Nos levantamos.
8,15: Salimos del convento. Raca había salido antes para coger los billetes.
8,35: Llegamos a la estación. Desayunamos de pié (pan con chocolate). A continuación subimos los macutos al tren y nos aposentamos.
10,00: Salida del tren.
2,35: Llegada a Bobadilla. Cambio de tren.
4,05: Llegada a Puente Genil.
4,20: Comida (salchichón y calamares) en las afueras, cerca de una fábrica con agua, que resulta ser la casa del alcalde. Nos invitan a entrar y dejamos allí los macutos. Vueltas por la villa en grupos. Empieza a llover. Veroz, José Ignacio y yo nos encontramos con el P. Jesús, que nos invita a un par de vasos de vino. Seguidamente nos encontramos con los demás y aprovechando el barullo nos largamos atraídos por las nativas. Nos enrollamos con cinco mozas que nos enseñan lo más significativo de la población (monumentos y demás) y nos explican pormenorizadamente su historia.
10,00: Cenamos y dormimos en la sala de calderas de la fábrica.
Séptimo día, 22 de Abril de 1962, domingo.
7,00: Levantamiento de anatomías. Vamos a misa y vemos pasar la comitiva de la “Diana” [característica de la Semana Santa de Puente Genil].
7,45: Misa.
9,00: Desayuno. A continuación nos dedicamos a ver las procesiones.
[Las procesiones en Puente Genil tienen un carácter propio y muy peculiar. Nunca habíamos visto nada parecido en nuestras tierras de origen. Las indumentarias nos parecieron grotescas, pero muy descriptivas de la personalidad particular de cada representación. Abundaban las máscaras de rasgos muy marcados que evidenciaban la bondad o malicia, u otros atributos, de cada personaje. Nos dejaron muy impresionados.]
Olivar y yo, cámara en ristre, nos las apañamos para que nos dejaran subir a los balcones de dos casas, pidiendo permiso para ver desde arriba las procesiones, con el pretexto de ser reporteros de la revista “Spira” [Una publicación de las Universidades Laborales]. Desde la última vimos toda la procesión detalladamente, con una perspectiva privilegiada.
[No creo que diéramos mucho el pego como reporteros, pero las amables amas de casa accedieron encantadas, y nosotros nos apuntamos otra “hazaña”.]
2,00: Llegamos nuevamente al “campamento” (sala de calderas) y comemos.
3,15: Salimos para la estación.
7,00: Llegada a Córdoba.
[Solo he conservado el billete del último trayecto de la vuelta. Supongo que los otros estarían celosamente al cuidado del responsable de nuestro grupo (en la cartera del P), como es lógico]
Fin de la transcripción.
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